jueves, 5 de junio de 2008

La crisis política distrital




En estos días se ha presentado un caos político en la ciudad con ocasión del entorpecimiento sistemático de las ideas y en especial del Plan de Desarrollo que presentó el Alcalde Juan Pablo Diazgranados al Concejo. Y es que la talanquera y retenes que les ha impuesto un grupo de concejales autodenominados el “G 10” no tienen razón de ser; atónitos nos hemos quedado los ciudadanos ante la verborrea ofidica con la que se han expresado en estos días algunos miembros del cabildo hacía la dignidad del señor Alcalde. El proyecto de Plan de Desarrollo que finalmente aprobó el Concejo la semana pasada, aplastó el ideario político del burgomaestre (recordemos que este fue elegido gracias a una inmensa aceptación electoral).




¿Qué ahí detrás del G 10? ¿Qué quieren ellos? Estos señores se han propuesto en los últimos meses obstaculizar dolosamente todas las actuaciones de la Alcaldía, todo parece indicar que se trata de un problema de gula burocrática, pues muchos de estos “honorables concejales” solo aceptan aprobar las estrategias y planes del Dr. Diazgranados siempre y cuando este les de prebendas en contraprestación. Ya lo advirtió hace una semana el señor Alcalde al decir que en su gobierno no se negociarán ni principios ni valores.


Un hecho diciente fue lo ocurrido hace 3 días cuando olímpicamente el cabildo no aprobó el Plan de Desarrollo, aduciendo que se está beneficiando a personas particulares ¡grandísima mentira! (es más le cortaron el uso de la palabra a la Secretaria de Planeación Zully David Hoyos). Claro, ese grupo de 10 cabildantes saben que tienen la cantidad de votos necesarios para aprobar o no cualquier pensamiento que la Alcaldía pretenda realizar para el bien de Santa Marta. El progreso de la ciudad debe tener como actores pero no como beneficiarios únicos a la inversión privada (sin que ello signifique que se está trabajando en pro de determinadas empresas), pues al final son los empresarios quienes tienen los recursos necesarios para generar el desarrollo que necesitamos (recordemos que la ciudad está quebrada gracias a la corrupción reinante en administraciones anteriores) debemos entender que no se está prevaleciendo al interés particular sobre el interés general, todo lo contrario; lo que debe existir es un consenso entre las fuerzas vivas de la ciudad para que juntos tanto empresa privada como personas naturales busquemos una mejor calidad de vida para todos los ciudadanos.


En el día de hoy el señor Alcalde aceptó conciliar con los miembros del G 10, y de esta forma tratar de buscarle solucion a la crisis. Se estudiarán, objetarán y sugerirán propuestas al Concejo, en los términos que la ley le concede al burgomaestre para que un Plan de Desarrollo beneficioso a la ciudad sea finalmente aprobado. El Dr. Diazgranados demostró su transparencia y talante político al manifestar que si existen dudas acerca del articulado, este se debatirá en el sentido estricto de las palabras para encontrarle así su verdadero significado.

Al respecto el primer mandatario expresó:


“Sobre la exclusión de algunos apartes del plan me parece que en algunos puede haber razón y no tengo prevención alguna con esos temas y se lo digo de cara y de forma abierto a la comunidad y de forma transparente, lo que resiento un poco es que no se le haya dado oportunidad a la administración de defenderse yo hubiese preferido que el debate se hubiera abierto pero por ejemplo a la Secretaria de Planeación le coartaron la palabra en el recinto (...)



Revisemos tema por tema y si esa es la impresión que les da, sí hay cláusulas, artículos o frases que pueda presentarse a doble interpretación yo seré el primero en pedir que corrijan lo que haya que corregir pero que no queden por fuera los aportes hechos por la Procuraduría, los gremios locales, ciudadanos y comunidades”.