Ya son 483 años de aquel día en que don Rodrigo volvió a vislumbrar en el horizonte las nieves perpetuas al lado del mar azul, y digo volvió porque ya en el año de 1501 el ilustre sevillano había explorado las faldas de la sierra caribeña con sus naves San Antón y Santa María de la Gracia; pero esta segunda vez con la firme intención de crear un asentamiento español definitivo que permitiera la avanzada al descubrimiento del interior de lo que luego se conocería como el Virreinato de la Nueva Granada.
Es cierto que Santa Marta ha pasado por algunas pocas épocas de gloria, pues han sido más las vacas flacas que las gordas, aunque antes viviamos en tiempos más tranquilos. Hoy día estamos tratando de resurgir y desarrollarnos como nos lo merecemos, contando con la titánica tarea de crecer económicamente y teniendo como handicap el hecho que en los últimos quince años hemos visto a una población de más de 80.000 personas provenientes de todos los rincones de la geografía nacional llegar y tomar posesión de nuestros cerros y baldíos. Todo hace parte de las secuelas que la narco-guerra disfrazada de conflicto interno nos ha provocado y nos sigue provocando. Este fenómeno social debemos enfrentarlo y tratar de darles soluciones dignas de trabajo y vivienda a los “nuevos samarios” y aunque el choque de culturas no ha sido nada fácil, debemos pensar que todos ganaremos si logramos unos acuerdos de desarrollo basados en la tolerancia y en el respeto por los derechos de los demás y siempre en aras del bien común.
El mejor regalo que se le puede dar a Santa Marta en este momento es la generación de empleo, para nadie es un secreto que son contadas las empresas que aportan desarrollo a la región; es por esto que desde la Presidencia de la Republica, la Gobernación del Departamento y la Alcaldía Distrital se está buscando afanosamente la inversión nacional y extranjera, lo que se traduciría en mejor calidad de vida para los samarios, tanto de nacimiento como de adopción.
A todos aquellos que han llegado a la capital del Magdalena en plan de rebusque, o tal vez por ser víctimas de la violencia para-guerrillera-militar solo les pedimos que se integren armónicamente a nuestra ciudad. Poco a poco los beneficios van a llegar a sus casas pero deben ser concientes que Santa Marta debe crecer de manera organizada, con una política de planificación timoneada en cabeza de sus máximas autoridades y con la directa intervención de los representantes comunales. Solo así podremos sacar a la ciudad dos veces santa adelante.
FELIZ CUMPLEAÑOS PERLA DE AMÉRICA!!!
Es cierto que Santa Marta ha pasado por algunas pocas épocas de gloria, pues han sido más las vacas flacas que las gordas, aunque antes viviamos en tiempos más tranquilos. Hoy día estamos tratando de resurgir y desarrollarnos como nos lo merecemos, contando con la titánica tarea de crecer económicamente y teniendo como handicap el hecho que en los últimos quince años hemos visto a una población de más de 80.000 personas provenientes de todos los rincones de la geografía nacional llegar y tomar posesión de nuestros cerros y baldíos. Todo hace parte de las secuelas que la narco-guerra disfrazada de conflicto interno nos ha provocado y nos sigue provocando. Este fenómeno social debemos enfrentarlo y tratar de darles soluciones dignas de trabajo y vivienda a los “nuevos samarios” y aunque el choque de culturas no ha sido nada fácil, debemos pensar que todos ganaremos si logramos unos acuerdos de desarrollo basados en la tolerancia y en el respeto por los derechos de los demás y siempre en aras del bien común.
El mejor regalo que se le puede dar a Santa Marta en este momento es la generación de empleo, para nadie es un secreto que son contadas las empresas que aportan desarrollo a la región; es por esto que desde la Presidencia de la Republica, la Gobernación del Departamento y la Alcaldía Distrital se está buscando afanosamente la inversión nacional y extranjera, lo que se traduciría en mejor calidad de vida para los samarios, tanto de nacimiento como de adopción.
A todos aquellos que han llegado a la capital del Magdalena en plan de rebusque, o tal vez por ser víctimas de la violencia para-guerrillera-militar solo les pedimos que se integren armónicamente a nuestra ciudad. Poco a poco los beneficios van a llegar a sus casas pero deben ser concientes que Santa Marta debe crecer de manera organizada, con una política de planificación timoneada en cabeza de sus máximas autoridades y con la directa intervención de los representantes comunales. Solo así podremos sacar a la ciudad dos veces santa adelante.
FELIZ CUMPLEAÑOS PERLA DE AMÉRICA!!!