jueves, 1 de octubre de 2015

¿Será que Santa Marta ya tocó fondo?





Dado el deterioro social, cultural y económico de Santa Marta, me he preguntado muchas veces, si en verdad ya tocamos fondo o no? …O mejor dicho… ¿Cuantos fondos tiene el fondo? Porque al parecer hace rato tocamos fondo, pero pareciera como si el fondo tuviera doble fondo y hasta más.


También me asalta la duda en saber el por que sin siquiera darnos cuenta, nos convertimos en zombis conformistas, en ciudadanos “emburundagados” bajo los efectos de una hipnosis de indiferencia colectiva.


Dicho de otra manera, seguimos empecinados en pensar que los samarios compartimos un cielo aparte - puro y celestial - que tal como reza el slogan de la ciudad “La magia de tenerlo todo” nos creemos Semi Dioses en nuestro terruño. La dura realidad es que somos tan miopes (cuestiones del eterno enamoramiento que sentimos los raizales por nuestra pequeña comarca) que de un golpe se nos olvida, o peor aún nos resistimos a ver que “el tenerlo todo” también implica sufrir de un subdesarrollo infinito, producto de la pérdida de valores con la cual enfrentamos nuestra cotidianidad.


Claro que me siento orgulloso de mi ciudad, sigo y seguiré sacando pecho cada vez que me la nombran, pero no por ello debo hacerme el ciego y no reflexionar en que los samarios la hemos embarrado de cabo a rabo – no ahora, sino desde hace siglos.

Las malas prácticas políticas, el aborrecimiento de la meritocracia, el ser una “ciudad cerrada”, el deseo desmedido de poder y dinero nos han llevado a nuestro estado actual… Comatoso.


La iniciativa “Tras la perla de América”, espacio ideado por nuestro Gran Carlos Vives, es una inyección de optimismo que busca despertarnos de este endemoniado letargo social en el cual hemos vivido en los últimos tiempos. Las reuniones, las charlas informales, el debate de ideas ha sido positivo, los proyectos a futuro que debemos sacar adelante; pero sobre todo es loable porque ataca de raíz la indiferencia de nuestro ser. Solo veo en la propuesta de Carlos un reparo: Muchos de los asistentes e invitados son los mismos corsarios, piratas y bucaneros (o descendientes de estos) que han llevado a Santa Marta a la agonía. Se necesitan de actos de contrición (personales y públicos) de estos piratas quienes manejaron o manejan los hilos del poder local, para que podamos redimirnos como hijos y gestores de la nueva ciudad… Santa Marta desesperadamente necesita de una refundación!!!


Batallamos contra grandes problemas sociales y económicos, pero hay que tratar de darle soluciones prontas y sostenibles en el tiempo. Se nos vienen los 500 años de existencia y hay que reconstruir a la ciudad. Pero el cambio debería llegar primero por nosotros mismos. Me explico: Pague los servicios públicos, no haga trampas, respete las señales de tránsito, sea servicial, haga voluntariado, preocúpese y sea un veedor efectivo en aras del desarrollo, etc.


Históricamente el sector privado y el público han sido cómplices en una simbiosis extraña que nos han llevado a nuestra plana realidad . Los intereses van y vienen, juntos y también revueltos entre determinadas potencias económicas locales y el poder político. Ese tal vez es el enemigo común más fuerte que debemos derrocar; sin embargo no es un problema solo de Santa Marta, es un gran defecto nacional, hijo bastardo de nuestro sistema electoral y el modelo de contratación estatal. 


Con la elección del actual Alcalde Carlos Caicedo Omar, la ciudad pensó que podía romper esas cadenas. Craso error. Aquí solo hubo un cambio de pirata. El nuevo bucanero edificó su andamiaje político sobre un populismo (la trajinada lucha de clases e inventándose enemigos fantasmas) que al parecer le está dando réditos electorales, tal vez porque engrasó eficientemente a la prensa – sobre todo la Bogotana – a lo mejor porque fue efectivo y $agaz ante los Despachos Judiciales, o de pronto porque ejecutó algunas obras al final de su período y el pueblo está viendo “resultados de gestión”, o quizás porque  atizó el odio en las clases bajas oprimidas por nuestro sistema casi feudal.


Al respecto tengo una opinión muy personal. En Santa Marta es muy fácil hacer política, contrario a lo que la gente cree. Me explico: Lo difícil es llegar a las posiciones de toma de decisiones, ser elegido; pero la ciudad y también incluyo el Departamento del Magdalena, carecen de muchas cosas, y para un buen político serían un desafío ideal y una satisfacción enorme. El Alcalde Caicedo fue inteligente al reconocer las deficiencias que en infraestructura existían, sabía que con cualquier obra se echaría al bolsillo al común de la gente. 


Claro que al señor Caicedo se le apareció la virgen cuando intuyó la necesidad del Presidente Santos por sacar adelante su reelección. El cambio de favores contemplaba la promesa de los Juegos Bolivarianos – hoy en entredicho - (ha sido una constante la falta de planeación de la Administración Caicedo y además el Gobierno Central ha incumplido su palabra en cuanto los rubros), la seducción incluía por parte del Ejecutivo una posible reforma para la reelección de Alcaldes. En definitiva Presidente y Alcalde se usaron para beneficio propio.


No quiero que se me mal interprete, me alegro por la ciudad cuando se gestiona y jalona para su progreso, en hora buena para Santa Marta si finalmente se realizan las justas bolivarianas, me alegro por las intervenciones viales que se están haciendo (aunque la planeación de estas haya sido nefasta y sea más un afán electoral); pero es que han pasado muchas cosas extrañas en esta administración con el proceder del Alcalde. Es cierto que al principio se enfrentó al Concejo samario (Coadministrador hambriento e ineficiente); pero en su guerra personal se ha llevado por delante a tantos buenos ciudadanos, con sus maneras toscas ilegales y prevaricadoras, lo cual deja mucho que desear.


Y es que realmente han pasado cosas inauditas: El Certificado de Disponibilidad Presupuestal “chimbo” que le sacó al Pibe Valderrama para justificar su gestión y atajar una manifestación popular que se le venía por haber dejado vencer los rubros que Bogotá enviaba para el Colector Pluvial (finalmente se demostró su negligencia en el hecho); el haber mandado a su otrora Secretario de Despacho Rafael Martínez (hoy su candidato a sucederle) junto con quien era entonces su Secretario Jurídico Byron Valdivieso, al Concejo de la ciudad para que la corporación recibiera un maletín con $8 Millones de pesos en efectivo que la Alcaldía entregaba por concepto de contribución a la realización de la Ceremonia de la Cruz de Bastidas (desconociendo así principios elementales de hacienda pública y demostrando el manejo de tienda de barrio que se le ha dado al Distrito); el hecho que en dos (2) oportunidades se haya incendiado de manera misteriosa la Secretaría de Hacienda Distrital; su guerra abierta y frontal contra el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Santa Marta; la osadía de querer mostrar como propio la construcción del proyecto de vivienda de interés social “Ciudad Equidad” (cuando realmente era gestión del Gobierno a través del Ministro Germán Vargas Lleras); el caso de no respetar el Concurso de Méritos para suplir el cargo de Gerente de la ESE, sus posteriores nombramientos a dedo y las denuncias que ya investigan las autoridades por presuntos delitos y malos manejos que han ocurrido en la Entidad Administradora de la Salud; el haber decretado la Calamidad Pública por falta de agua e incoherentemente haber realizado las Fiestas del Mar en el mismo momento; el adoctrinar y reclutar en las bases populares a jóvenes sembrándoles la semilla del odio y del resentimiento en la denominada “lucha de clases” (alguien se acuerda del Chavismo y sus Colectivos en la hermana republica de Venezuela); en fin son una infinidad de asuntos no menores que hoy tienen a la ciudad polarizada y dividida. Con tanta pobreza y desigualdad que existe su discurso socialista ha calado hondo en los estratos bajos, pero en el fondo solo se trata de beber las mieles del capitalismo.

La causa primigenia del fenómeno Caicedo radica en la misma sociedad, que por años ha desangrado a la ciudad y nunca se ocupó por ser competitiva. Los clanes electorales tradicionales tenían en los estratos bajos y medios a sus vasallos. En una urbe con alto índice de desempleo el participar en política se convierte en una oportunidad para generar riqueza. El caudillismo de Caicedo es un modelo igual de opresor solo que se ha construido a mayor escala.

Santa Marta y sus ciudadanos solo se superarán así mismos cuando entienda que la solución a los problemas no pasa por el advenimiento de un Mesías; sino cuando se haga efectivo un PACTO SOCIAL entre todas las fuerzas vivas de la ciudad; cuando dejemos la pereza colectiva y trabajemos por las respuestas; cuando comencemos a pensar en el bienestar del amigo, del vecino y del paisano desconocido; y cuando se le dé más importancia a la ciudad en la cual vivimos, que en los bienes materiales que nos traerá un “torcido”.


Pido a Dios que cese la horrible noche, que ya hayamos tocado fondo, y que de ahora en adelante solo tengamos progreso y ganancia para nuestra ciudad.


miércoles, 4 de febrero de 2015

Jody Williams: La Paz no tiene máscaras




El pasado domingo 1 de febrero fue un día de muchas inquietudes resueltas para mí, fue un día especial, un día de revelación. Degustar profundamente del Hay Festival Cartagena, evento en que no solo se homenajea a la prosa, a la narrativa, a la poesia, a la crónica; sino que año a año cada vez más se le da mayor preponderancia a la ciencia, a la sociología, a la política, a la filosofía, al deporte. Es un festival humanístico por excelencia, orgullo de nuestra Costa Caribe Colombiana.   

Y ese domingo, día de la clausura del evento, se nos presentó a Jody Williams (Nobel de La Paz en 1997) en compañía de Humberto de la Calle Lombana, y en calidad de moderadora Claudia Gurisatti. El tema no podía ser otro: La negociaciones de paz que se están llevando a cabo en la Habana (Cuba)  entre el Gobierno de Colombia y el grupo guerrillero narcoterrorista de las FARC.

Para el pueblo colombiano, era de gran trascendencia e importancia conocer mucho más a fondo del proceso de paz; en poquísimas y excepcionales ocasiones el máximo representante de la mesa de diálogo que representa al Gobierno - Humberto de la Calle -  ha salido del convento que le representa su cargo, y menos aún debatir al respecto con una guerrera en todo el sentido de la palabra como lo es la señora Williams.

Quedé gratamente sorprendido por lo manifestado por el Dr. De La Calle, se le ve a leguas su compromiso y responsabilidad con el momento histórico por el cual está atravezando el país -  lastimosamente las guerras no son unilaterales -  y vaya uno a pensar que realmente quiere la contraparte, las FARC.

Son más los puntos en los que el debate unió a la Nobel de La Paz y al Jefe Negociador del Gobierno, que las diferencias. Hay que seguir luchando contra la impunidad de los militares que violan los derechos humanos y la señora Williams espera que las F.F.A.A. dejen de utilizar las bombas racimos.

Pero el punto trascendental del proceso de paz, es el mismo que representa el CLAMOR NACIONAL que grita todo el pueblo colombiano. ¿Y donde están los hechos de paz por parte de las FARC?

Se supone que las partes han llegado a acuerdos importante, expresados en una bella e hipnotizante retórica, pero los hechos y las acciones valen y demuestran más, mucho más.

Jody Williams tuvo una crítica acerrima y despiadada contra las FARC por la forma como han negociado hasta ahora. Pero es una autoridad mundial en materia de Paz, es objetiva, es lógica y con sentido común. Todo se fundamenta en algo simple: Verdadera voluntad a través de las acciones. 

Solicitó que como ejemplo de una acción de paz, las F.F.A.A. de Colombia y las FARC trabajaran conjuntamente en el desminado de alguna región del territorio; sería un recado importantísimo de cara al pueblo colombiano y a la Comunidad Internacional. Esperemos que este planteamiento esperanzador sea escuchado positivamente por ambas partes.

Otro tema importante y sobre el cual esta activista no descansa es el relacionado con la depredación sexual que ha tenido la guerra en estos cincuenta años de barbarie. Es un asunto casi Tabu -  al que no se le da la importancia que merece -  pero ella como víctima en carne propia de una violación sufrida en El Salvador, sabe bién lo que significa para una mujer y su familia un suceso tan trágico como ese.

Las FARC y las F.F.A.A. deben hacer frente a todas las denuncias que se han presentado y se presenten en relación a los delitos sexuales. No son daños colaterales, es la guerra misma representada en una salvaje penetración que marcará un alma para siempre.

Que va a pasar con la impunidad que se plantea para con los miembros de las FARC, disfrazada en una justicia transicional que es una mera tomadura de pelo de los derechos humanos. Jocosamente la Nobel dió una respuesta al respecto: "Encierrenlos a todos, que se pudran en la cárcel (tanto militares, como guerrilleros, narcos, miembros de Bacrim) ..... Y quien saldrá a la calle? Colombia quedará vacía".

Está claro que estamos ante una de las mayores complejidades del proceso. Colombia ha sido desangrada por las FARC desde hace muchas decadas, su ideología marxista-leninista ha sido sustentada en la práctica por acciones terrorista y por la violación sistemática que se le ha hecho a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y al Estatuto de Roma.

No es justo permitir que los miembros de las FARC gocen de una amnistia e indulto total a sus inhumanas y bárbaras acciones; pero támpoco se puede pensar en que no es posible flexibilizar las condenas. El meollo del asunto es llegar a esa justa medida, y teniendo a las víctimas como faro de iluminación.

Pareciera que llegar a un acuerdo en ese item es casi imposible, debido a que las FARC de manera cínica y descabellada ni siquiera se dignan a reconocer a las víctimas, como ocurrió de manera incomprensible con el caso de Clara Rojas. Si la señora Rojas no es reconocida como víctima del conflicto, entonces habrá que conquistar y colonizar algún planeta cercano para echar raices.

Ni que decir del narcotráfico, la primera fuente de financiación del grupo narcoterrorista, de la minería ilegal, de las extorsiones, del secuestro. Es obvio que la firma y consecución de la Paz no le conviene a algunas personas. Alrededor de nuestra guerra existen verdaderos emporios económicos que se alimentan de ella, y existen tanto en el lado de la ilegalidad como de la legalidad.

Yo como opositor confeso al proceso de paz, creo en un mejor mañana; pero se necesita unir a la Nación. Colombia es un Estado Bipolar en este mismo instante, la población esta dividida y desafortunadamente la visión es a blanco y negro. Debemos de hacer un esfuerzo común, para llegar a vislumbrar los colores y los matices. 

La Paz verdadera, la voluntad, la motivación y el interés por construir un nuevo país, no necesita de máscaras ni de caretas. Eso lo sabemos tanto la Nobel de La Paz Jody Wiliams como también todos los colombianos.