El pasado domingo 1 de febrero fue un día de muchas inquietudes resueltas para mí, fue un día especial, un día de revelación. Degustar profundamente del Hay Festival Cartagena, evento en que no solo se homenajea a la prosa, a la narrativa, a la poesia, a la crónica; sino que año a año cada vez más se le da mayor preponderancia a la ciencia, a la sociología, a la política, a la filosofía, al deporte. Es un festival humanístico por excelencia, orgullo de nuestra Costa Caribe Colombiana.
Y ese domingo, día de la clausura del evento, se nos presentó a Jody Williams (Nobel de La Paz en 1997) en compañía de Humberto de la Calle Lombana, y en calidad de moderadora Claudia Gurisatti. El tema no podía ser otro: La negociaciones de paz que se están llevando a cabo en la Habana (Cuba) entre el Gobierno de Colombia y el grupo guerrillero narcoterrorista de las FARC.
Para el pueblo colombiano, era de gran trascendencia e importancia conocer mucho más a fondo del proceso de paz; en poquísimas y excepcionales ocasiones el máximo representante de la mesa de diálogo que representa al Gobierno - Humberto de la Calle - ha salido del convento que le representa su cargo, y menos aún debatir al respecto con una guerrera en todo el sentido de la palabra como lo es la señora Williams.
Quedé gratamente sorprendido por lo manifestado por el Dr. De La Calle, se le ve a leguas su compromiso y responsabilidad con el momento histórico por el cual está atravezando el país - lastimosamente las guerras no son unilaterales - y vaya uno a pensar que realmente quiere la contraparte, las FARC.
Son más los puntos en los que el debate unió a la Nobel de La Paz y al Jefe Negociador del Gobierno, que las diferencias. Hay que seguir luchando contra la impunidad de los militares que violan los derechos humanos y la señora Williams espera que las F.F.A.A. dejen de utilizar las bombas racimos.
Pero el punto trascendental del proceso de paz, es el mismo que representa el CLAMOR NACIONAL que grita todo el pueblo colombiano. ¿Y donde están los hechos de paz por parte de las FARC?
Se supone que las partes han llegado a acuerdos importante, expresados en una bella e hipnotizante retórica, pero los hechos y las acciones valen y demuestran más, mucho más.
Jody Williams tuvo una crítica acerrima y despiadada contra las FARC por la forma como han negociado hasta ahora. Pero es una autoridad mundial en materia de Paz, es objetiva, es lógica y con sentido común. Todo se fundamenta en algo simple: Verdadera voluntad a través de las acciones.
Solicitó que como ejemplo de una acción de paz, las F.F.A.A. de Colombia y las FARC trabajaran conjuntamente en el desminado de alguna región del territorio; sería un recado importantísimo de cara al pueblo colombiano y a la Comunidad Internacional. Esperemos que este planteamiento esperanzador sea escuchado positivamente por ambas partes.
Otro tema importante y sobre el cual esta activista no descansa es el relacionado con la depredación sexual que ha tenido la guerra en estos cincuenta años de barbarie. Es un asunto casi Tabu - al que no se le da la importancia que merece - pero ella como víctima en carne propia de una violación sufrida en El Salvador, sabe bién lo que significa para una mujer y su familia un suceso tan trágico como ese.
Las FARC y las F.F.A.A. deben hacer frente a todas las denuncias que se han presentado y se presenten en relación a los delitos sexuales. No son daños colaterales, es la guerra misma representada en una salvaje penetración que marcará un alma para siempre.
Que va a pasar con la impunidad que se plantea para con los miembros de las FARC, disfrazada en una justicia transicional que es una mera tomadura de pelo de los derechos humanos. Jocosamente la Nobel dió una respuesta al respecto: "Encierrenlos a todos, que se pudran en la cárcel (tanto militares, como guerrilleros, narcos, miembros de Bacrim) ..... Y quien saldrá a la calle? Colombia quedará vacía".
Está claro que estamos ante una de las mayores complejidades del proceso. Colombia ha sido desangrada por las FARC desde hace muchas decadas, su ideología marxista-leninista ha sido sustentada en la práctica por acciones terrorista y por la violación sistemática que se le ha hecho a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y al Estatuto de Roma.
No es justo permitir que los miembros de las FARC gocen de una amnistia e indulto total a sus inhumanas y bárbaras acciones; pero támpoco se puede pensar en que no es posible flexibilizar las condenas. El meollo del asunto es llegar a esa justa medida, y teniendo a las víctimas como faro de iluminación.
Pareciera que llegar a un acuerdo en ese item es casi imposible, debido a que las FARC de manera cínica y descabellada ni siquiera se dignan a reconocer a las víctimas, como ocurrió de manera incomprensible con el caso de Clara Rojas. Si la señora Rojas no es reconocida como víctima del conflicto, entonces habrá que conquistar y colonizar algún planeta cercano para echar raices.
Ni que decir del narcotráfico, la primera fuente de financiación del grupo narcoterrorista, de la minería ilegal, de las extorsiones, del secuestro. Es obvio que la firma y consecución de la Paz no le conviene a algunas personas. Alrededor de nuestra guerra existen verdaderos emporios económicos que se alimentan de ella, y existen tanto en el lado de la ilegalidad como de la legalidad.
Yo como opositor confeso al proceso de paz, creo en un mejor mañana; pero se necesita unir a la Nación. Colombia es un Estado Bipolar en este mismo instante, la población esta dividida y desafortunadamente la visión es a blanco y negro. Debemos de hacer un esfuerzo común, para llegar a vislumbrar los colores y los matices.
La Paz verdadera, la voluntad, la motivación y el interés por construir un nuevo país, no necesita de máscaras ni de caretas. Eso lo sabemos tanto la Nobel de La Paz Jody Wiliams como también todos los colombianos.
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