viernes, 23 de enero de 2009

La 3era de Uribe


Las extrañas tormentas burocráticas que se están tornando por cuenta del huracán político categoría 5 que está pasando por Colombia actualmente y que está destruyendo con vientos destitutivos de 250 km por hora al movimiento Cambio Radical, es una muestra más que la naturaleza política es indomable y feroz.

El Presidente Uribe está muy orondo en silencio frotándose las manos ante una tercera reelección, y todo aquello que sea un obstáculo para su misión será machacado inmisericordemente. Y si no que lo diga Germán Vargas Lleras quien hace un mes se opuso a un inmediato tercer mandato del Presidente y ahora está viendo las consecuencias de su decisión pues sus representantes están siendo expulsados con la roja directa del panorama político. Cuesta creer que uno de los paladines del Presidente Uribe se encuentre en esa situación, se enfrentó a la sed de poder de uno de los mejores presidentes que hemos tenido y ahora está en el dique seco.


Como siempre lo he manifestado Uribe a mi parecer ha tratado de hacer las cosas bien, ha ganado a pulso todos sus logros, la historia lo registrará como un líder de línea dura que llegó en el momento en que eso era lo que hacía falta; sin embargo no puedo estar contento con su pasividad ante el tema de una tercera reelección, pues su indiferencia está generando una zozobra que no es sana en el ambiente, y que a la larga puede terminar por fortalecer a algunas fuerzas políticas que a mi modo de ver son inconvenientes para el futuro de la nación.


El ser humano tiende un poco a la megalomanía así no lo quiera, y más aún cuando ha probado las mieles de la victoria política, es por eso que Uribe está obstinado en seguir gobernando aunque con ello este dividiendo a su bancada. Álvaro Uribe ha sido un buen presidente…punto. Pero no significa que sea el Mesías del pueblo colombiano. Todos los procesos de perpetuidad política tienden a corromperse y a pudrirse con el pasar del tiempo, y la historia universal está plagada de ejemplos.


Necesitamos un Presidente que siga la línea de Uribe, que le de continuidad a sus proyectos, que nos lleve por el camino del progreso, que le coloque el mismo entusiasmo que el le ha dado al desarrollo de esta Tierra del Olvido, pero no necesariamente significa que tenga que ser el mismo gallo.


Si el genio de la lámpara se me apareciera obviamente aparte de salud y bienestar para mi familia pediría que el próximo Presidente de Colombia fuera: Progresista, de carácter, enamorado de su pueblo y COSTEÑO…Algún día algún día.

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