Ya terminó esta aventura 2009 para el Unión Magdalena, el 1-3 frente al Bucaramanga fue mortuorio para las aspiraciones de volver a la B este año; sin embargo debemos rescatar que es la primera vez en mucho tiempo que tenemos una cantera consolidada, y es que este equipo se maneja como una maquinita con la ventaja de tener una media de edad de 20 años, por lo que no es difícil pensar que tendremos grandes triunfos en el torneo 2010; eso sí, que las directivas protejan y apoyen a estos pelaos, y se dejen de una vez por todas de las pelotudeces de fichajes que tanto daño le hacen al equipo, como el caso de Arnulfo Valentierra, el cual es un dinosaurio que cobraba mucho dinero, que no entrenaba, y que desmotivó a los verdaderos jugadores que si sudaban la camiseta bananera.
Tengan fe, que éste Ciclón de Espineles, Vargas, Fulas, Restrepos y compañía nos llevará nuevamente a la primera categoría.
Hecha ya esta pequeña introducción de la realidad de mi equipo del alma, debemos abordar el tema de las Barras Bravas, el cual ya es un peligro real para la seguridad ciudadana.
Desde hace algún tiempo nos encontramos con que antes, durante o después de un partido en el Eduardo Santos, las barras bravas protagonizan batallas campales en las vías aledañas acometiendo toda clase de fechorías y vandalajes.
Si usted tiene carro y pasa por el momento y el lugar equivocados (como en Davivienda), entonces recibirá una lluvia de piedras que le harán pasar un muy mal rato; peor aún si vive cerca del Estadio, el cual está situado en pleno corazón residencial de la ciudad.
Acordémonos que el 10 de abril de 2008 en un partido de la Copa Colombia el Clásico Unión- Junior no se pudo realizar por una guerra que dejó un saldo de 40 heridos. Que el antecedente más reciente lo protagonizaron el 11 de octubre (hace menos de un mes) hinchas samarios con los búcaros. ¿Que estamos esperando? Si aquí no ha habido un muerto es porque Dios existe.
Ahondando un poco esta horrible realidad me encontré con un link que hace referencia a la barra Frente Rojiblanco Sur del Junior http://barriscol.iespana.es/frbs.htm en ella textualmente se puede leer el siguiente cinismo:
“Enemigos: Nacional, Unión Magdalena
Tropeles: en Santa Marta siempre que los visitamos”
Además tienen su propio libro de visitas en donde dan rienda suelta a su barbarie y vulgaridad http://libros.miarroba.com/leer.php?id=68132
Qué hacer ante esta partida de salvajes que cruzan el puente, cuyo único propósito es generar delincuencia y criminalidad en la ciudad, ¿en donde están los controles iniciales de la Policía del Atlántico? ¿En donde están los controles de la Policía del Magdalena? Los buses repletos de bazuco y cuanta porquería exista y las manoplas, cuchillos y pistolas pasando olímpicamente por nuestras narices. ¿Quién nos defiende? ¿Acaso habrá que llamar al Chapulín Colorado?
A pesar de que existe la letra muerta de Ley 1270 de 2009 http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/2009/ley_1270_2009.html que pretende controlar la inseguridad en el futbol, debemos pensar que esto de controlar barras bravas debe integrar un esfuerzo activo y mancomunado entre Defensoría del Pueblo, Gobernación, Alcaldía, Policía Nacional, Dimayor, Clubes de Futbol, Barras Bravas, etc.
Entonces autoridades comencemos por identificar a los líderes de las barras bravas y a trabajar con ellos, la autorregulación es una herramienta efectiva en este proceso, claro está, acompañada de mano dura cuando ésta haga falta (según lo enseñado por el Sensei 先生 Uribe - San).
Aunque estamos ante un problema mundial, observamos como en otros países se ha podido controlar la situación, entonces no más bla bla bla, es hora de actuar.
Y que viva el Unión.
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