Al parecer finalmente ocurrió lo que la sociedad completa les exigía a las FARC en estos Diálogos de Paz que se están dando con el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos en La Habana. Al fin después de seguir violando de manera sistemática e infame el Estatuto de Roma y cuanta Resolución protectora de los derechos humanos haya sido expedida en el sistema solar, el grupo guerrillero narco terrorista declaró su cese al fuego unilateral.
En principio tal hecho se debería ver como una victoria para la sociedad colombiana y particularmente para los Partidos Políticos Centro Democrático y Conservador (los más recalcitrantes y opuestos al modo y la forma como se ha negociado); se debería de aplaudir el esfuerzo "sincero" de las FARC pues plasman su voluntad de paz "inequívoca"... Todo repito... En principio.
Y es que si tratamos de interpretar la Declaratoria de las FARC al respecto, manifestada en cabeza de su máximo negociador Iván Marquez, entonces nos damos cuenta que estamos ante otra mamadera de gallo monumental de las FARC hacía la Nación (esta vez disfrazada en forma de chiste de aguinaldo).
¿Pero que dijo el señor Iván Marquez?
“En homenaje a todas la víctimas ocasionadas en razón del
conflicto que buscamos superar, y en consideración al trabajo que nos
compromete cada día más con el espíritu trazado en la parte motiva de la
agenda de La Habana, y, en atención a que creemos que hemos iniciado un
recorrido definitivo hacia la paz acompañado de un proceso
constituyente, hemos resuelto declarar un CESE UNILATERAL AL FUEGO Y A
LAS HOSTILIDADES POR TIEMPO INDEFINIDO, que debe transformase en
armisticio.
Para el logro de su pleno éxito, aspiramos contar con la veeduría
de UNASUR, CELAC, el CICR, y el Frente Amplio por la Paz. Este cese de
fuegos unilateral, que deseamos se prolongue en el tiempo, se daría por
terminado solamente si se constata que nuestras estructuras guerrilleras
han sido objeto de ataques por parte de la fuerza pública. Es nuestro
anhelo que el pueblo soberano asuma también y de manera protagónica esta
veeduría, dado que con ella se busca el beneficio de la patria lacerada
y un homenaje a las víctimas de ayer y de hoy.” (Subrayado por fuera del texto).
Todo iba bien hasta el primer párrafo, pero ya en el segundo, las FARC demostraron sus verdaderas intenciones.
Pedirle a las Fuerzas Armadas y de Policía no actuar, es lo mismo que decirles violen la Constitución.
Las mismas FARC en su Cese Unilateral de diciembre de 2013 expresaron:
“No obstante la campaña de guerra sicológica y la manipulación
mediática empleadas por la cúpula militar, el alto gobierno y algunas
organizaciones funcionales a su propaganda, podemos aseverar que los
escasos hechos de guerra en los que se vieron involucradas unidades
nuestras durante el mes de cese al fuego, correspondieron a acciones de
legítima defensa producidas ante la persecución y asedio delirantes
que tropas y unidades policiales practicaron sin tregua durante el mes
que se cumple.” (Subrayado por fuera del texto).
Vaya grandísima diferencia entre lo dicho en 2013 y lo manifestado ayer. Las FARC hace un año en caso de reacción de la Fuerza Pública responderían en legítima defensa (sin romper el cese al fuego unilateral); y ahora en cuanto a la declaración de estas navidades - dan por terminado el cese al fuego ante el primer ataque de la fuerza pública.
Será que UNASUR, CELAC Y CIRC tienen la logística necesaria para hacer una veeduría efectiva, en el entendido que las FARC existen en todos los confines del territorio nacional; que además de FARC tenemos ELN y BACRIM (Los Urabeños, Los Rastrojos, Los Machos, La pandilla del Chavo, Los Catorce Cañonazos bailables, etc., etc., etc.).
Se imaginan Ustedes en la espesura del monte a un Mayor del Ejercito Nacional con Megáfono en mano vociferándole a un grupo de bandidos: "Alto, somos el Ejercito Nacional de Colombia, identifíquese por favor... Serán que son de las FARC para no dispararles". A ese punto hemos llegado con este Cese al Fuego Fariano.
Aplaudo el interés del Gobierno Santos por tratar de avanzar en la firma de la tan anhelada paz, pero en la mesa de diálogo está claro que hay una parte beligerante que impone las condiciones y otra que agacha la cabeza, de manera cómplice y descarada.
La justicia transisional huele a impunidad y cinismo, y la tesis gubernamental que quiere declarar al narcotráfico como delito conexo al político, es una bellaquería más y una CAJA DE PANDORA que el Presidente Santos y su Fiscal Montealegre de manera temeraria están dispuestos a abrir irresponsablemente.
Las FARC con esta mesa de La Habana ganan si o si. Si se firma la paz con el Gobierno tienen todo el dinero del mundo, el reconocimiento internacional y el terreno abonado política y penalmente para salirse con la suya. Por otro lado en caso de no prosperar el proceso, se devolverán fortalecidos militar, economica, internacional y moralmente a seguir haciendo lo único que saben hacer... Traquetear de lo lindo y seguir desangrando inmisericordemente a un País.
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