Un Show mediático más |
El Alcalde Caicedo despertó tarde ante la Pandemia |
El
virus del Chikunguña o Chikungunya se ha propagado a la velocidad de un rayo en
nuestro trópico; proviene del África y desde hace más de un año hay casos
registrados en Centro-América y Las Antillas; actualmente está extendido por
toda la zona ecuatorial de nuestra América.
Se
tiene muy poca información de esta enfermedad que ya amenaza con ser Pandemia,
se sabe que en lengua makonde Chikungunya significa "enfermedad del hombre
torcido", porque realmente ese es su mayor síntoma: Dolores insoportables
en las articulaciones que nos pueden postrar por días, meses e incluso años
(12% de los casos según investigaciones médicas). En resumidas cuentas el
paciente involuciona y de repente casi que tiene que caminar como un homínido;
la fiebre, el malestar general y el brote en la piel solo son compañeros de
viaje.
A
la ciudad de Santa Marta llegó hace ya varios meses - o eso es lo que se cree -
los casos registrados en hospitales y centros de salud distan a años luz de las estadísticas oficiales, y además hay que tener en cuenta a aquellos enfermos que no
se reportan.
Los
condenados mosquitos de siempre, el Aedes Aegypti y el Aedes Albopictus son sus
transmisores; y nuestras condiciones geográficas y ambientales, sumadas a la
poca educación y cultura al respecto hacen que los samarios estemos
"Chikunguñados hasta el teque teque"
Y
en este rincón macondiano en donde el drama termina convertido en una película
de comedia y terror, vemos con preocupación como se enfrentan las diferentes
autoridades médicas, pues la disparidad de estadísticas son tan erráticas y
ahora comienzan a señalarse los posibles culpables por la falta de prevención y
socialización que se le dio a la enfermedad. Solamente es leer este artículo http://www.hoydiariodelmagdalena.com.co/noticias/ciudad494.html para darnos
cuenta de nuestra caricaturesca manera de vivir. La salud pública es un asunto
que nunca ha salido del coma en nuestro País y el Distrito Samario no es la
excepción.
Desde
hace meses la industria turística local ha venido sonando las alarmas, temen
por las pérdidas económicas que podrían afrontar en la temporada de vacaciones
diciembre-enero, con ocasión del pánico que genera el Chikunguña en los
posibles visitantes (Santa Marta es el tercer destino turístico en Colombia). La enfermedad ha trascendido de manera importante en la prensa nacional en los últimos días, haciendo énfasis en las ciudades de Santa Marta y Cartagena.
Y
solo por estos hechos es que observamos indignados en el día de hoy las fotos
que el Alcalde Carlos Caicedo se hizo tomar en las últimas horas, posando
pomposamente en una jornada de fumigación contra los mosquitos portadores del
mal. ¿Y dónde estaba su gobierno antes?
Si
bien la fumigación se está haciendo en algunos barrios de la ciudad desde hace
algún tiempo, hay que decir que llegó tarde, muy tarde. La improvisación de la
Administración Caicedo es un mal congénito, y no podíamos en este caso esperar
menos de él. Pero no se trata de solo fumigar, era necesario tratar esta
problemática de salud pública de manera integral, con los líderes de barrios,
con el sector privado como aliado estratégico, con la comunidad médica, con las diferentes agremiaciones
que representan a los distintos sectores de nuestra sociedad. Pero claro, solo
cuando la autoridades se ven con el agua hasta el cuello es que pretenden reaccionar.
Es
aberrante ver el show mediático de un Alcalde que se empeña siempre en salir en
la foto, como si su registro pudiera borrar el desempeño tan pobre que ha
tenido su gestión al frente de la ciudad. Los resultados no le ayudan y a pesar
que tiene a prensa y media comprada (sobretodo la regional y nacional) el ciudadano
del común sabe en el fondo (y en lo llano también) que se equivocó al elegirlo.
Ahora
el Alcalde Caicedo aparece en todo acto público en compañía de su posible
candidato a sucederlo en el cargo (como lo es el caso de Rafael Martínez).
Ellos se ven como pasándose la llama olímpica de una mano a la otra, cuando en
realidad se están pasando la miseria y frustración de una ciudad entera.
En
resumidas cuentas a Santa Marta le dio Chikunguña apenas este año, pero desde
hace muchísimo tiempo venimos soportando graves vejámenes como lo son la
codicia desmedida de sus autoridades y la pérdida de valores humanos.
Reza
el refrán que "no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo
resista". Deseo pensar que se vienen mejores tiempos para nuestra ciudad y
nuestros hijos.
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