miércoles, 23 de abril de 2008

¡Verguenza!



Todas las personas involucradas en el escándalo parapolítico han dado la cara y se han entregado a la justicia cuando han sido requeridos; pero la novela que aconteció ayer cuyo productor, libretista, director y actor fue el Ex Senador Mario Uribe Escobar no tiene presentación de ninguna clase.

¿Hasta donde llega la infamia y la cobardía de Mario Uribe? Como es posible que este Ex Senador haga semejante pataleta al refugiarse en la Embajada de Costa Rica y pedir asilo político, pues se declara un perseguido político, toda vez que contra él se fraguó un complot por ser el primo del Presidente de la República.

El señor Uribe Escobar ya había renunciado a que su juez natural la Corte Suprema lo juzgara por falta de garantías, por lo tanto las acusaciones en su contra pasaron a la justicia ordinaria, en este caso a la Fiscalía General de la Nación. Cuando Mario Uribe supo que ya existía una orden de captura en su contra llamó al Fiscal General Dr. Mario Iguarán aduciendo que no lo capturaran, que no era necesario, pues el se iba a entregar inmediatamente en las instalaciones de la Fiscalía. Y en ese momento se le ocurrió una “salida digna” a su situación, el asilo político en la embajada de un gobierno amigo.

El Presidente costarricense Oscar Arias llamó telefónicamente a su homologo colombiano para preguntarle acerca del bochornoso asunto, Uribe Vélez sencillamente se abstuvo de intervenir en ello, debe ser independiente de las decisiones judiciales. Enseguida la Vice Presidenta Tica habló con el Fiscal General de nuestro país quien le comentó que el asilo sería improcedente pues se estaría obstruyendo un requerimiento judicial cuyo único beneficiario sería la persona que presuntamente cometió un delito; Por lo que el asilo político no fue concedido por parte del Gobierno Costarricense.

Con el rabo entre las patas salió de la embajada con destino a los calabozos de la Fiscalía el EX Senador Uribe dentro de una camioneta del C.T.I. Afuera miles de ciudadanos querían linchar al indigno el cual se camuflaba a través de los vidrios polarizados del vehículo.

Señor Mario Uribe, tenga pantalones; con su acción solo logró dañarle la imagen al país, y usted quedó con el sello indeleble de “CULPABLE” en su frente ante los ojos de todo el mundo, así más adelante se demuestre su inocencia.

Paradójicamente con este episodio circense se fortalecieron las Instituciones Democráticas, pues ahora los dos órganos que están investigando y juzgando a los políticos vinculados al para-escándalo, Fiscalía General de la Nación y Corte Suprema de Justicia demostraron que pueden sacar los procesos adelantes y de esta forma cumplir con la responsabilidad histórica que se les ha impuesto.

Lo que es seguro es que el Presidente Uribe resultará indirectamente comprometido por la cobardía de su primo; y aunque ahora le van a llover las críticas y las insinuaciones mal intencionadas, debemos ser objetivos y pensar que si bien han existido lunares en la gestión del Presidente, de lejos ha sido el mejor gobernante que hemos tenido en muchos años con sus defectos y virtudes.

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