martes, 25 de marzo de 2008

Recuperación del espacio público: Medida inevitable e inaplazable


Con gran expectativa esperamos los samarios la llegada de la Semana Santa, temporada que es aprovechada para generar ganancias para las personas que directa o indirectamente viven del sector turismo; ya el gremio hotelero dio su balance de 75% de ocupación en la semana mayor, cifra que para la forma como han fluctuado nuestros índices de turismo no esta mal, pero sigue siendo muy baja para una ciudad con vocación turística.

De una vez por todas debemos ser concientes que estamos con la firme determinación de cambiarle la cara a la ciudad, el producto que queremos vender es el de una ciudad limpia, organizada y que ofrezca excelentes servicios para nuestros visitantes. Ya la naturaleza nos dio lo más importante que es la materia prima: nuestros tesoros naturales, ahora es menester de los samarios explotarlos responsablemente.

Es increíble encontrar a una ciudad turística la cual fue publicitada el año anterior en el programa "Destinos" de la cadena CNN, con sus calles llenas de basuras y de huecos, es para no creer observar la descarada y cínica invasión del espacio público en el sector de la Avenida Campo Serrano y en otros sectores del centro histórico. Debemos pensar que como puerto de cruceros que ya somos y que queremos expandir, estamos ante el compromiso de entregarles la ciudad convertida en una tacita de plata a los señores visitantes. Los euros y dólares se verán cada vez más si cumplimos a cabalidad con el Plan de Ordenamiento Territorial.

Más temprano que tarde deberán entender los señores comerciantes de los popularmente conocidos “agachates” que estos están condenados al desalojo. La recuperación del espacio público es vital para los intereses de nuestra ciudad; por lo que requerimos de un estudio serio para adoptar las medidas que pongan fin de una vez y para siempre a esta problemática que nos incumbe a todos. Una posible salida serìa la reubicación de manera organizada de estos puestos de comercio, sin que se afecte a la ciudad.

Ni que decir de la Plaza de San Francisco, convertida en expendio de licores. Los feligreces absortos observaron como en la procesiòn del domingo de resurrección, la cual salió a las 6:00 AM de la iglesia de San Fancisco con destino hacía la catedral, convergían al mismo tiempo devotos y borrachos con sus carros-parlantes a todo volumen comprando sus provisiones etílicas en San Andresito.
De igual forma debemos pensar que la Avenida Rodrigo de Bastidas conocida como “el camellòn” es lo primero que deleitan los visitantes que se bajan de un crucero luego de permanecer varios días en altamar; por lo tanto clamamos cero tolerancia con los establecimientos comerciales que incumplan las normas, y obligatoriamente se deberán sellar los negocios de “mala muerte” que existen en este espacio al igual que en todo el centro.

Si exigimos turistas de primer nivel, debemos prepararnos para ser huéspedes de primer nivel.

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