Al Infante Don Juan Manuel - no confundir con el autor del Conde Lucanor - la vida lo tiene predestinado para gobernar, así de simple y llano, y es que a lo largo de su carrera ha ocupado cargos de gran importancia a nivel nacional; sin embargo estos han sido siempre a espaldas del fragor de una contienda electoral (lo que para sus críticos es un hándicap, pero bueno el Gran Heredero al parecer nunca necesito de los puestos de elección popular, y prefirió los nombrados... Hasta ahora).Y es que podemos resumir su vida pública contándoles que apenas terminó sus estudios universitarios, trabajó durante 9 años como representante de Colombia ante la Organización Mundial del Café en Londres; de allí voló hacía la Sub Dirección de El Tiempo, para luego aceptar la cartera del Ministerio de Comercio Exterior en el Gobierno Gaviría, siguió como Codirector del Partido Liberal, Ministro de Hacienda de Pastrana, Director del Partido de la U, y finalmente Ministro de Defensa de Álvaro Uribe.
El Dr. Santos es un hombre preparado y culto, pero más que nada es un hombre políticamente correcto de acuerdo con las directrices impartidas por la House of Lords y claro está por Harvard University. Polifacético, pues desde los más diversos escenarios ha defendido los intereses de la mayoría de los colombianos, y en donde quizás su mayor virtud radica en estar presente en los momentos y lugares correctos... El Gentleman nació con estrella.
De todos los logros conseguidos en su vida pública, son tal vez la fundación del Partido de la U y su paso por el Ministerio de la Defensa sus picos más altos. Todavía recordamos las operaciones Fénix y Jaque con un grito eufórico de victoria ante las FARC, y es que los mayores avances militares de nuestras fuerzas armadas contra ese grupo narcoterrorista sucedieron durante su gestión.
Sin embargo no todo es felicidad en su Reino del Cielo, pues el Gran Heredero del Presidente Uribe debe congeniar tanto con los logros como con los fracasos del Jefe, y teniendo en cuenta la polarización coyuntural que estamos viviendo actualmente, es difícil cuantificar el número de amores y odios que le representa el pueblo colombiano.
Dentro de sus lunares, así el no quiera reconocer la responsabilidad política que le asiste, tenemos los macabros falsos positivos y las acusaciones por su supuesta relación con las interceptaciones y seguimientos de las cuales fueron objetos miembros de la rama judicial y opositores en general. Ni que decir de los testimonios de miembros de los grupos violentos tanto de izquierda como de derecha, que al unísono lo tildan de ser uno de los conspiradores en el fallido golpe de estado que se le pretendía dar a Ernesto Samper. Tenga o no participación en estos graves asuntos, lo cierto es que pareciera manchado por una tinta indeleble que le costará mucho trabajo removerla.
De todos modos, nada puede justificar el discurso corrosivo e incendiario que utiliza a diario en su contra, el primate que tiene como Dictador - perdón, como Presidente - el vecino pueblo de Venezuela. Estamos ante un proceso democrático soberano y nunca podremos aceptar ninguna clase de injerencia extranjera.
Ahora bien, creo que si llegará a ser Presidente de la República, sin duda alguna trataría de darle continuidad al Gobierno de Álvaro Uribe (En donde deberá mejorar en muchos temas fundamentales como lo son la producción y equidad del agro colombiano y la pobreza de más de la mitad de la población). Ciertamente encontrará asesores que le permitan mejorar estos y muchos otros aspectos, y en donde su capacidad para persuadir a su gusto a las mayorías del Congreso no creo que tenga discusión alguna. Sin embargo pienso que todos los problemas de Colombia son de difícil manejo, por lo que no me gusta el tono coloquial con el que expresa que es el único preparado para gobernar la Nación pues "Se como hacerlo", a mi modo de ver las cosas nuestros grandes y gravísimos problemas merecen un estudio muy profundo y no deben exponerse con el absoluto e irresponsable simplismo que Don Juan Manuel utiliza.
Definitivamente se sintió ganador desde el inicio de la contienda electoral y como la Ciencia Política no se rige por las Leyes Físicas, sino que va de la mano de la relatividad, mirándola como la frágil y variante voluntad de las masas en un momento determinado, y en donde juega un rol importante la suerte; pues ahora lo vemos corriendo desesperadamente tratando de replantear su campaña. No solo cambió a menos de un mes del día final los colores que lo identificaban, sino que importó al Stalin de las campañas electorales latinoamericanas, JJ Rendón. Y ahora como su Vice Angelino Garzón al parecer le está representando más restas que sumas, hasta de pronto hace un cambio intempestivo en el Line Up y mañana nos sorprende con algún cuenta-chiste.
Francamente no entiendo como le ha podido fallar su plan presidencial. Tiene el apoyo del Presidente Uribe y del aparato estatal, y es dueño de un agudo olfato político; sin embargo me parece que en cierta medida subestimó a su competidores y las decisiones de su equipo de trabajo no fueron las más correctas, a juzgar por lo sondeos de opinión. Al parecer el Infante Don Juan Manuel muy seguramente creyó que con utilizar indiscriminadamente la imagen del Presidente Uribe bastaba y sobraba, y nunca se le ocurrió por un instante que de la noche a la mañana surgiera un movimiento popular denominado la Ola Verde que ya tiene tintes de Tsunami.
Los Enanitos Verdes hace rato se crecieron y los Naranjas se devolvieron para la U, cuidado con tirarse el semestre.
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