Ya murió el guerrillero más viejo del mundo, Pedro Antonio Marín, alias “Manuel Marulanda” o “Tiro Fijo”; con él terminó también un periodo que comenzó con una guerra ideológica en la denominada lucha de clases, pero que con el tiempo esos ideales se convirtieron diabólicamente en terrorismo y narcotráfico. Ciertamente Tiro Fijo será transmutado en una leyenda para muchos colombianos, y si alguna vez quiso dejar un legado, este fue pisoteado por su accionar bárbaro e inhumano.
Ahora bien debemos pensar que va a suceder a partir de este mayúsculo acontecimiento, el nuevo comandante de las FARC alias “Alfonso Cano” es un antropólogo que como muchos fue absorbido por el sueño de un mundo igualitario (utopía o no), a él se le ha considerado el máximo exponente del ala política de esa guerrilla; contrario sensu de alias “Mono Jojoy” el jefe militar, el cual es un vulgar matarife de su patria, cuyo único propósito ha sido matar por matar, secuestrar para cobrar y causar terror para dominar.
Alfonso Cano alguna vez en los diálogos del Caguán expresó que necesariamente el fin del conflicto armado se daría por la vía de la negociación y no por el camino de las armas. Sin embargo eran los tiempos cuando tenía la sartén por el mango (a finales de los 90s las FARC dominaban los campos y las carreteras, se tomaron y destruyeron pueblos enteros y el botín de guerra eran los soldados y policías secuestrados) hoy en día las cosas son muy diferentes, ya ni duerme ni come tranquilo, ha sentido lo que verdaderamente significa ser un criminal prófugo de la justicia. La seguridad democrática ha demostrado grandísimos resultados y él al igual que todos los jefes guerrilleros se encuentra en la jaula de los leones.
Ahora bien debemos pensar que va a suceder a partir de este mayúsculo acontecimiento, el nuevo comandante de las FARC alias “Alfonso Cano” es un antropólogo que como muchos fue absorbido por el sueño de un mundo igualitario (utopía o no), a él se le ha considerado el máximo exponente del ala política de esa guerrilla; contrario sensu de alias “Mono Jojoy” el jefe militar, el cual es un vulgar matarife de su patria, cuyo único propósito ha sido matar por matar, secuestrar para cobrar y causar terror para dominar.
Alfonso Cano alguna vez en los diálogos del Caguán expresó que necesariamente el fin del conflicto armado se daría por la vía de la negociación y no por el camino de las armas. Sin embargo eran los tiempos cuando tenía la sartén por el mango (a finales de los 90s las FARC dominaban los campos y las carreteras, se tomaron y destruyeron pueblos enteros y el botín de guerra eran los soldados y policías secuestrados) hoy en día las cosas son muy diferentes, ya ni duerme ni come tranquilo, ha sentido lo que verdaderamente significa ser un criminal prófugo de la justicia. La seguridad democrática ha demostrado grandísimos resultados y él al igual que todos los jefes guerrilleros se encuentra en la jaula de los leones.
¿Las guerrillas se van a imponer por la lucha armada al Estado legalmente constituido? ¡Nunca! No lo pudieron hacer antes cuando existieron algunos gobiernos débiles y patéticos, menos ahora que el pueblo ha dejado ver toda su ira e inconformismo contra sus acciones y que como única consecuencia de ello aconteció la elección y posterior reelección del Presidente que los ha diezmado financiera y estructuralmente y que los está cazando como un gato a una bandada de ratones.
Lo mejor que le puede suceder a las FARC es que su líder recapacite y entre a negociar una salida al conflicto, con cese de hostilidades incluido y un retorno a la vida civil de todos los secuestrados sin excepción alguna. Se les está garantizando una reincorporación total a la sociedad; es más, si su deseo es fundar un movimiento político ¡pues que lo hagan! para eso existe el politismo pluralista, sin embargo me parece que en las urnas se verá reflejada a una Colombia que no se creyó el cuento de unos principios sociales basados en una retórica demagógica revolucionaria y que los llevó por casi 50 años a esparcir muerte y miseria a su paso.
Lo mejor que le puede suceder a las FARC es que su líder recapacite y entre a negociar una salida al conflicto, con cese de hostilidades incluido y un retorno a la vida civil de todos los secuestrados sin excepción alguna. Se les está garantizando una reincorporación total a la sociedad; es más, si su deseo es fundar un movimiento político ¡pues que lo hagan! para eso existe el politismo pluralista, sin embargo me parece que en las urnas se verá reflejada a una Colombia que no se creyó el cuento de unos principios sociales basados en una retórica demagógica revolucionaria y que los llevó por casi 50 años a esparcir muerte y miseria a su paso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario